Dolor, luto, angustia, rabia, desesperación, impotencia, frustraciones, resentimientos y muchas lágrimas derramadas. Permanecen latentes en familias que han tenido que sufrir, no solo la eliminación física de algún pariente de la que la sociedad ha estado reclamando justicia hasta por mas de una década, sino el velo de misterio e impunidad con que se podrían estar manejando las autoridades en cientos de casos que hasta el momento se encuentran en (¿?) creando desconfianza y en ocasión suspicacias en las autoridades encargadas de dar respuestas de los casos, llegando asta estremecer el propio gobierno. Aun así esta sociedad no pierde la esperanza en que algún día se puedan llenar estas interrogantes, en la que los ciudadanos se sienta verdaderamente seguros y fielmente representados por sus autoridades, no sin antes reconocer que cada crimen sucedido, deja su secuela de dolor en la sociedad dominicana, y además crea desconfianza en las autoridades que son los responsable de someter e identificar a esos verdugos y criminales que han sido capases de ejecutar, mandar e encubrir hechos tan abominables que aun se mantienen vivos en la mente de sus parientes y de la sociedad misma. Y es por eso que nace OLFATEANDO EL CRIMEN, en aras de ayudar al esclarecimiento de los casos por resolver.